De antemano sabía que el agua por fin no estaría muy fuerte había opciones de volver a meterme al agua. La duda era lo turbia que estaría, debido a las lluvias y desembocaduras de las ramblas.
Al llegar al mar, efectivamente las lluvias habían dejado el mar imposible para bucear, excepto en un rincón que queda fuera de las corrientes que mueven las aguas de las ramblas.
Ahí si se podía al menos intentarlo.
Empiezo pulpeando aprovechando que sabía dónde habría uno por la zona que entré, pero tocó varias bajadas hasta dar con la Tana.
Visto lo visto cambio de objetivo y paso el resto de la tarde buscando el pescado.
Y el pescado aunque el agua estaba como a mí me gusta, algo turbia, no se veía nada que mereciese la pena la captura. Cuando voy a dar por finalizada la jornada, en la espera me encuentro un sargo quieto a media agua.
Lo complicado del sargo es que estaba de cola y tocó hacer un tiro complicado de atrás hacia delante. Finalmente logré el primer pez del día.
Y lo que son las cosas, justo en la siguiente bajada y haciendo otra espera me aparece un grupo de galupes y vuelvo a lograr la captura.
Día complicado por la escasez de peces. En el momento de la salida la fortuna me sonríe y aparece delante de mí un pulpo que iba desplazándose por el fondo. Realizó su captura con la mano.
